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![]() DESCARGAR REVISTA ARQUITECTURA DE LA PERIFERIA NUEVAS ESTRATEGIAS PROYECTURALES. ALCANCES Y SIGNIFICADOS. EN UNA PERSPECTIVA INTERDISCIPLINARIA. EL CASO ROSARIO. Texto e ilustraciones por Carlos Leo Galli Hacia fines de los ochenta, y en el marco de los grandes procesos de transformación de fin de siglo (caída del muro de Berlín, crisis y debacle del Estado de Bienestar, la caída de la tensión entre los dos grandes bloques de poder mundial, etc.) queda definitivamente instalado un proceso de globalización económica que ya tuvo sus inicios en los años 60, donde las políticas de desarrollo industrial y comercial, en las que el capital internacional adopta un papel protagónico, provocan grandes desequilibrios en las estructuras regionales de los países. Al comienzo actúa a nivel demográfico un doble proceso de descentralización y redistribución centrípeta generalmente no acompañado por una política de inversión en equipamiento, servicios e infraestructuras produciendo una considerable reducción del nivel general de vida urbana. Estos acontecimientos, cada vez más abundantes por un lado, y por otro los registros de una pobreza en aumento, generan en el territorio próximo a la ciudad una extraña y vital condición de “periferia”. El desarrollo o explosión de lo urbano hacia el territorio, basado en la dispersión, segregación y fragmentación de la ciudad, supone un cambio radical tanto en los temas como en los lugares que ha de abordar la arquitectura actual. Pareciera entonces que se hace necesario un debate conceptual, donde este proceso dinámico, debe ser recorrido al mismo tiempo en su casi “inasibilidad” y considerando la potencialidad que ofrece, como campo y repertorio de nuevas experiencias. “Antes de la postmodernidad, nuestro lenguaje político estaba repleto de profecías sobre el final sin retorno como lo estaba del prefijo “post”. En un intervalo muy corto hemos vivido el “final de la ideología”, “el final de la religión”, “el final del marxismo”, “el final de la cientificidad”, y “el final del evolucionismo”. Sin embargo existen identificaciones definidas Se advierte que la cultura de la época está signada por la ausencia de las condiciones fuertemente dramáticas de la “modernidad”, por la innecesariedad de los sistemas de interpretación y de los grandes relatos, por el fin de las utopías, por la desaparición del concepto de “totalidad”, de las referencias históricas y de lo “universal” como verdad de lo particular. La “unidad” ha perdido todo significado ético y moral, se han perdido también las ideas de lo permanente, de lo exacto, lo placentero, lo integral. El tiempo no posee entidad, ya no se puede explicar el después en función del antes. Esta época es por exceso “sobremoderna”. Exceso de tiempo, aceleración de la historia, exceso de acontecimientos, exceso de espacio -estrechez del planeta-, exceso de individuo, del ego. La realidad no es más homogénea, sino heterogénea, inmaterial, invisible, ilegible, deformada, eventual, imperfecta, efímera, azarosa, compleja, turbulenta, fragmentada, discontinua, y a su vez, paradojalmente, ha sido apropiada por los medios de comunicación, cuyo rol protagónico alerta acerca de los márgenes de legitimidad de los sistemas de representación (políticos, justicia, movimientos sociales, proyectos colectivos, etc.). En este estado de cosas, los valores tradicionales como el orden, la estabilidad, la seguridad, la comodidad, la certeza y sus representaciones, pueden ser superados por los acontecimientos. Los intentos de “resistencia” aparecen como extemporáneos y estériles en su pretensión de una entidad ética y moral. Poner en circulación el descontento, “liberar” la negatividad no se trata de un rechazo nostálgico de lo que ocurre, sino de producir una crítica interior a la práctica del arte en sí mismo, que siendo más virulento que el mismo sistema, ofenda al sistema y lo desestabilice de su condición de “bella situación” en la que está. Liberar la negatividad al límite del sincretismo, como riesgo que debemos correr hacia una reflexión que sea más espesa, más contradictoria, más densa. “Lo más duro y ambiguo al intelecto es no intentar razones ni valores transformadores” (J.Baudrillard). “La experiencia de la ausencia dibuja el contorno del hombre contemporáneo” (H. Caccioni). ” Contra una visión determinista y reversible de las leyes de la naturaleza, estamos desembocando en una visión diametralmente opuesta, la irreversibilidad y la inestabilidad desempeñan los primeros papeles” (Y. Prigogine). Arriba «... estos acontecimientos, cada vez más abundantes por un lado, y por otro los registros de una pobreza en aumento, generan en el territorio próximo a la ciudad una extraña y vital condición de "periferia". el desarrollo o explosión de lo urbano hacia el territorio, basado en la dispersión, segregación y fragmentación de la ciudad, supone un cambio radical tanto en los temas como en los lugares que ha de abordar la arquitectura actual.» Producto de esta crisis de representatividad las cuotas de participación social se reducirán a niveles preocupantes. En Rosario, muy particularmente, la agudización de la crisis social, el fenómeno de la hiperinflación, los estallidos sociales y la agudización de la pobreza, evidenciará el fenómeno de la exclusión social, donde grandes sectores sociales otrora incluidos en el sistema, serán desplazados, y en forma de emergencia deberán ser atendidos por un Estado Benefactor, cuya crisis y debacle se visualiza a partir de los nuevos roles que deberán cumplir los municipios. Otrora administradores, ahora deberán pensar en términos de estrategias de sobrevivencia y nuevas formas de asistencialidades. Esto también implica un corrimiento de los sectores medios empobrecidos (o también llamados “nuevos pobres”) hacia la periferia.
El lugar de la periferia es el lugar de la soledad, de la tristeza, de las ruinas, de la brutalidad, dejadez y melancolía, de la ambigüedad y confusión, de la exclusión y marginación, pero también es territorio virgen abierto a la innovación, lugar de expansión y crecimiento, lugar nuevo, joven, caótico, espacio de lo imposible, futuro de la ciudad. “La estética de la periferia no puede ser una estética dócil, el urbanismo de la periferia no puede ser un urbanismo conformista” (J. Ramoneda). ”La fuerza del lugar en la periferia es la ausencia de lugar. Es lugar de futuro y de invención metropolitana sin pretensiones de recuperación ni de redención. Es la fuerza de la debilidad lo que el arte y la arquitectura son capaces de producir, precisamente cuando no son presentados como agresivos ni dominantes, sino como tangenciales y débiles. La experiencia estética es el valor más fuerte para una construcción débil de la verdad.” (M. de Solá Morales) Arriba “La periferia es el lugar representativo por excelencia de la “modernidad”, por lo tanto, del cambio, entendiendo lo”moderno” como la experiencia de la disolución de las cosas consolidadas (todo lo sólido se desvanece en el aire) “ ( M. Berman) “La metrópolis es el lugar de la erranza.” “Constituye un estado intermedio de la experiencia, de ontología débil . El proyecto puede hallar en los rincones más ocultos la condición de una vitalidad nueva, otorgando forma y orden a partes de un mundo bajo las leyes externas de una metrópolis indefinible “ (P. L. Nicolin). Por el lugar de la periferia circulan los flujos inmateriales de las finanzas, las ondas informáticas de la comunicación en masa, es un espacio ramificado y difuso, sin control. La atopía del presente en la periferia supone haber roto vínculos con la localización de recursos materiales, materias primas, energía, mano de obra, espacios residuales como depósitos de containeres, venta de coches de 2º mano o desguace, terrenos abandonados. Los edificios atópicos asumen prestación y reconocibilidad, gran vacío universal entre mercado e individuo, abstracto y aespacial. «¿Que compatibilidad existe entre identidad, pertenencia y atopicidad?» (V.Gregotti). ”La periferia es la íntima cita de la ciudad con el horizonte. La disciplina urbanística y la arquitectónica mundial ha contribuido al debate sobre los nuevos modelos de intervención, desde puntos de vistas más vinculados a los hechos sociales y a cuestiones principalmente formales o de significado: participación ciudadana y rehabilitación urbana a pequeña escala como ejemplo de intervención con una visión más social de la recuperación del espacio público en las periferias. Intervenciones singulares arquitectónicas: Enric Miralles (proyectos para áreas periféricas complejas de Japón) , Saénz de Oíza (el nudo de la M-30), Abalos y Herreros (viviendas frente a una autopista urbana en Madrid), Madrid Sur, como casos de actuación en puntos conflictivos y con diferentes acercamientos y criterios al tema. Desde el ámbito local, las preocupaciones urbanísticas sobre el tema han hecho énfasis en las ideas de descentralización política y juridiscional del Área Metropolitana (Extensión Metropolitana de Rosario, Convenio F.A.P.y D. de la U.N.R. y Secretaría de Planeamiento de la Pcia. de Santa Fe -Consejo Federal de Inversiones).
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